Tivissa, un pueblo con un gran patrimonio histórico
Una de las poblaciones más pintorescas de las Tierras del Ebro es Tivissa. Este pueblo, situado entre las montañas de Tivissa y Vandellòs, cuenta con uno de los términos municipales más grandes de toda Cataluña y se caracteriza por su belleza natural y su riqueza histórica y cultural.
El municipio de Tivissa, que tiene una superficie de 208 km², se encuentra sobre una colina al pie de la sierra de Tivissa, a más de 300 metros sobre el nivel del mar. Desde este lugar, la población dispone de unas vistas privilegiadas del valle del Ebro y se convierte en un majestuoso pueblo de montaña encabezado por la iglesia de San Jaime, que es sin duda el punto más elevado del municipio.
Tivissa es una población que cautivará a los visitantes por su historia y su entorno natural. Su ubicación, la generosidad de sus habitantes y las diferentes opciones que ofrece el emplazamiento natural en el que se encuentra, hacen de este pueblo uno de los más encantadores de todos los que hay en las Tierras del Ebro.
Qué ver
Para comenzar la visita a Tivissa recomendamos pasear por las calles estrechas y serpenteantes del núcleo antiguo, donde destacan las preciosas fachadas adornadas con macetas de flores de todos colores. A continuación, llegaremos a la plaza del Mercado, donde se celebraban los juicios en la época medieval.
Si continuamos con nuestra ruta, podremos encontrar la antigua muralla que funcionaba como sistema de defensa. Actualmente, la muralla está integrada en la fachada de algunas casas y aún se conservan sus cuatro aperturas: el portal de d’Avall, el portal de Era, el portal del Raval y el petit Portell.
En el núcleo antiguo de Tivissa se encuentra la Iglesia Arciprestal de Sant Jaume, un edificio que se caracteriza por la bella combinación de sus estilos arquitectónicos: gótico, renacentista y barroco. Este templo religioso está formado por varias partes que pertenecen a tres edificios eclesiásticos de diferentes épocas.
En primer lugar, la iglesia antigua data del siglo XIII y es una combinación de estilos góticos y renacentista. La capilla del Rosario, de estilo renacentista, data del siglo XVIII y respeta la construcción anterior, de manera que ambas se conservan. Finalmente, la iglesia nueva, data del siglo XIX y se construyó alrededor de la vieja. Es de estilo gótico y cubre completamente la iglesia antigua porque sobre las bóvedas del antiguo templo, se construyeron las nuevas. Todas tres iglesias forman un conjunto magnífico y digno de visitar.
Otra de las partes interesantes del núcleo antiguo son los cuatro lavaderos de la acequia del Camino. Estos lavaderos se construyeron en la década de 1890 y están compuestos por paredes de piedra y un tejado de tejas árabes. Hoy en día aún corre el agua de una fuente cercana y el sobrante se aprovecha para regar algunos campos cercanos.
También en el centro histórico de Tivissa podemos encontrar el edificio señorial Ca l’Hostal, que data del siglo XVI y es un ejemplo único del estilo renacentista catalán. Además, muy cerca hay varias casas señoriales con fachadas muy curiosas, donde destacan los escudos, figuras geométricas y relojes de sol.
Otro edificio que forma parte del Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Cataluña es Ca Magrinyà, también llamado Ca Eloi, una casa del siglo XV situada en la calle de Abajo, cerca de su confluencia con la plaza del Mercado.
Uno de los edificios más importantes del barrio antiguo es el Castillo de Tivissa, que se conquistó a los sarracenos y fue entregado a los templarios en 1153. Algunos años más tarde, el castillo pasó a manos de diversas familias nobles y durante el siglo XVIII se edificó el Ayuntamiento y el Hospital de Santa María en dos partes de su fortaleza. A principios del siglo XX se comenzó una reconstrucción del edificio y gracias a una modernización llevada a cabo en 1987 se han podido conservar las paredes exteriores, la torre, los arcos y los contrafuertes.
Al lado del Casal Cultural y de la Oficina de Turismo hay una plaza con bancos al principio de la calle que hace de mirador: se pueden contemplar las vistas panorámicas de las tierras de los alrededores.
Qué hacer
Como hemos mencionado anteriormente, la villa de Tivissa se caracteriza por su riqueza histórica, y uno de sus atractivos son los restos arqueológicos encontrados en sus alrededores. En la Casa de la Cultura de Tivissa hay un centro de interpretación cuyo objetivo es dar a conocer y difundir todo tipo de información sobre los yacimientos arqueológicos de la villa.
Además, el municipio de Tivissa es un crisol de senderos de gran recorrido e itinerarios de diferentes dificultades que cruzan parajes naturales de extraordinaria belleza con auténticos paisajes rocosos y de montaña mediterránea salvaje. Esta extensa red de caminos permite realizar itinerarios a pie, corriendo o en bicicleta y disfrutar de las vistas.
Es un paisaje conocido por escaladores que vienen a Tivissa por sus vías ferratas y vías de escalada en los acantilados calcáreos. También hay de diferentes niveles y dificultades. Las vías ferratas se construyeron hace apenas 10 años, algunas están pensadas para poder iniciarse en esta técnica y otras para los expertos que pueden combinar todas las vías.
Gastronomía
La cocina de la Ribera de Ebro es fruto de los productos de su tierra. Los platos más típicos se basan en carnes, pollo, rovellones, alcachofas y otros productos del huerto a la brasa, o también las anguilas del río. La olla con pelota, la paella de arroz, las sopas, la butifarra con mongetes secas y toda clase de tortillas (de patata, de cebolla, de guisantes, de calabacín o de rovellones) son algunos ejemplos.
En algunas casas aún se preparan platos especiales como la sardina de casco y la flor de calabaza rebozada. Tradicionalmente, también se preparaban olivas de diferentes variedades en hierbas para su conserva.
Los postres se enriquecen con frutas de temporada y frutos secos: higos, pasas, almendras, avellanas, nueces… y los vinos de la comarca: tintos, rosados y blancos, o licores tradicionales: el anisado, la ratafía, el licor de avellana, la mistela, el moscatel, la malvasía, el vimblanc, el licor de hierbas y el vino rancio.
La repostería tradicional está formada por el coc rápido, las cocas, las capsetas, las magdalenas, los corazones, las rosquillas, las orejuelas, el pan de higos, el arrope y el membrillo.
Dónde comer
En Tivissa hay restaurantes de varios tipos: desde cocina tradicional catalana, a una brasería, una llesquería, un bar restaurante y una pizzería.
Puedes ver todos los restaurantes de Tivissa en Guiacat.
Dónde dormir
Las opciones de alojamiento en la comarca de la Ribera de Ebro destacan sobre todo por su oferta de alojamientos rurales como casas rurales y antiguas masías que se han ido reformando. En Tivissa se encuentran algunas casas antiguas de estilo rústico que, hoy en día, se pueden alquilar.
Puedes encontrar todos los alojamientos rurales de Tivissa en Guiacat.
Fiestas
Tivissa celebra su Fiesta Mayor de San Jaime a mediados de julio. Se programan diversas actividades populares culturales y deportivas.
En el marco de Ribera en Flor, se organiza Tivissa en flor, que permite conocer la historia del pueblo y descubrir los campos de cerezos que lo rodean. Además, algunos municipios organizan espectáculos y actividades culturales.
También se organiza una Feria de Navidad para el puente de la purísima con más de 100 expositores de productos artesanales y un gran número de animaciones musicales y culturales, caracterizaciones y ShowCookings.
Mejor momento para visitar
El momento más mágico para visitar Tivissa es en el tiempo de floración de los árboles frutales, a finales de invierno o principios de primavera (febrero, marzo y principios de abril). La Ribera de Ebro se viste de gala ofreciendo un espectáculo cromático, un regalo de la naturaleza.
Imprescindibles
- Visitar el núcleo antiguo de Tivissa.
- Conocer la historia de la villa.
- Descubrir Tivissa en tiempo de floración.
Qué ver cerca
Una vez el visitante haya pasado por la Casa de la Cultura, recomendamos visitar el Poblado ibérico del Castellet de Banyoles, que se encuentra dentro del municipio de Tivissa y al margen izquierdo del río Ebro, en la Cubeta de Móra. Este poblado de más de 4 hectáreas se descubrió en 1912 y se encontraron una gran cantidad de objetos preciosos como anillos, pendientes, monedas y brazaletes.
Situadas a siete km al suroeste de la villa, se encuentran las pinturas rupestres de la Fuente Vilella de Tivissa. Estas pinturas se encuentran en el interior de varias cuevas que hay en el fondo del barranco de Vilella: la cueva del Ramo, la cueva del Cingle y la cueva del Pino. Las cuevas no están abiertas al público para preservar la conservación de las pinturas rupestres, pero se puede hacer este itinerario arqueológico siguiendo una ruta de senderismo.
Cómo llegar
En coche: se puede ir por la AP-7 y tomar la salida por la C-44. Desde Tarragona son 45 min., desde Barcelona 1 h y 45 min. y desde Girona 2 h y 30 min. aproximadamente. Para ir desde Lleida se debe tomar la C-12 y se tarda 1 h y 15 min.
En transporte público: para llegar a Tivissa lo que se puede hacer es ir en tren hasta la estación de Reus y una vez allí tomar un ‘busplana’.