Farena es un pequeño núcleo de población adscrito al municipio de Mont-ral y situado junto al río Brugent, en la comarca del Alt Camp.
Enmarcado por los bosques de las Montañas de Prades es un paraje perfecto para practicar senderismo y disfrutar de la naturaleza.
Todas las casas del centro histórico han sido rehabilitadas manteniendo el estilo rural de la época medieval, es decir, de planta baja y un piso.
Se edificaron en torno al monumento más emblemático de Farena: la iglesia románica de Sant Andreu, construida en el siglo XII. Para admirar una buena panorámica de toda la zona, nada mejor que subir al campanario este templo.
De la muralla y del castillo se conservan tan sólo unos pocos restos, algunos de los cuales se pueden contemplar en los establos de Can Vilalta. Pero vale la pena visitarlos mientras se recorren las calles empedradas de este pequeño pueblo tranquilo y rodeado de montañas.
Uno de los lugares más visitados de Farena es el Toll de l’Olla, una poza de aguas cristalinas en medio del bosque, justo al lado de un salto de agua de 15 metros de altura.
Aunque durante el año Farena está prácticamente deshabitado, en verano se convierte en un destino turístico para los amantes de la montaña.