Miravet, un pueblo para no olvidar
Miravet es uno de esos pueblos difíciles de olvidar. Situado en la orilla derecha del río Ebro, en la comarca de la Ribera d’Ebre, ofrece un panorama magnífico sobre este río. Tiene un enorme patrimonio histórico, principalmente por su castillo y calles medievales, y porque fue uno de los escenarios de la última batalla del Frente Republicano en Cataluña, la más larga y sangrienta de toda la Guerra Civil.
Qué ver
El punto donde se puede comenzar la visita es el paso de barca de Miravet. Allí, las barcas tradicionales cruzan el río para llegar hasta la orilla de Miravet.
Al llegar al otro lado, un punto destacado es el embarcadero de Miravet, desde donde se pueden ver unas vistas preciosas del pueblo. Sus casas, construidas en la pared de roca de la montaña que se eleva sobre el mismo lecho del río Ebro, parecen desafiar la realidad.
De los edificios situados en la orilla del río destaca la antigua atarazana medieval del pueblo, donde se construían los laúdes, y el molino Salat.
Para llegar al núcleo antiguo, pasamos por el Portal del Motxo, la puerta que daba acceso al pueblo.
La primera parada será en el Cap de la Vila, o antiguo núcleo urbano en época musulmana. Destaca la plaza del Arenal, donde se encuentra el Ayuntamiento.
Siguiendo el trazado de la calle del Horno encontrarás la iglesia vieja de Miravet, situada en la cima del núcleo, un edificio de estilo renacentista en el cual podrás contemplar magníficas pinturas del siglo XVIII o el altar construido por los caballeros del Temple.
Enfrente de la iglesia se encuentra el mirador de la Sanaqueta, antiguo patio de la mezquita, con unas grandes vistas verticales del río y de la zona.
También se llega a los restos de la antigua aljama musulmana del pueblo, donde había estado la mezquita.
Por las calles con arcadas podréis ver casas en ruinas y solares devastados por la aviación franquista durante la Guerra Civil, están en las calles de la Paja, Banco, Ferrerías y del Castillo.
Desde la misma plaza se toma el camino que sube al castillo. Para llegar al Castillo de Miravet, tendrás que tomar el camino de la calle del castillo.
Allí se encuentra el Mirador de la calle del Castillo, con vistas al río.
Coronando las vistas, se alza el Castillo (de los siglos XII y XIII), el último y más fuerte baluarte de la orden del Temple en Cataluña, y el segundo de arquitectura románica más importante de la península. Ha sido escenario de todas las guerras posteriores a su construcción: durante la guerra de los Segadores fue el centro de lucha, fue ocupado por los carlistas en las Guerras Carlistas y reconquistado en la restauración Borbónica. Finalmente, fue uno de los escenarios de la última batalla del Frente Republicano en Cataluña, la más larga y sangrienta de toda la Guerra Civil.
La Batalla del Ebro se inició la noche del 24 al 25 de julio de 1938, cuando el ejército de la República cruzó el río desde poblaciones como Miravet que los separaba de los territorios ocupados por los nacionales. Es especialmente simbólica por la movilización de la quinta del biberón, es decir, de adolescentes y jóvenes. La operación no consiguió los apoyos necesarios, pero no se retiraron hasta diciembre de 1938, abriendo las puertas a la invasión de Cataluña por parte de las tropas franquistas. La localidad quedó afectada por los bombardeos de la aviación, unos impactos que aún se pueden ver en varios edificios.
Una vez arriba, desde la altura del castillo tendrás una panorámica espectacular del río.
Qué hacer
Miravet tiene aún más lugares para visitar. Por ejemplo, el Centro de Arte Joaquim Mir, el pintor impresionista que tanto pintó Miravet.
No te olvides tampoco de visitar alguno de los siete talleres de alfarería en uno de los pocos pueblos del país donde aún perdura este oficio.
Una de las atracciones que no te puedes perder es realizar un paseo por el Ebro a bordo del único transbordador que aún funciona sin motor.
Además, a los amantes del turismo activo les gustará saber que existe una ruta de Móra d’Ebre a Miravet, que pasa por Ascó, Flix, Riba-roja y Benissanet.
Gastronomía
La clotxa es el plato más típico de la comarca, está formada por medio pan de payés que se rellena con tomate, ajo, cebolla y sardina, todo asado y con aceite abundante. Era la comida habitual de los campesinos cuando iban a trabajar al campo, especialmente en los meses de otoño e invierno. En algunas casas aún se prepara la sardina de casco.
Otros productos típicos son el aceite y el vino elaborados con los productos de la tierra. Tradicionalmente, también se preparaban aceitunas de diferentes variedades en hierbas para su conserva.
Los pastissets son un dulce tradicional de las Tierras del Ebro, de origen islámico, elaborados tradicionalmente con cabello de ángel. Actualmente, pueden ser elaborados con chocolate u otros productos. Se cocinan con harina, azúcar, aceite, anís, moscatel, huevos, matalahúva y confitura de cabello de ángel; tienen forma de media luna, lo que se relaciona con su leyenda de origen musulmán.
Dónde comer
Miravet tiene algunos restaurantes para sentarse con un menú o platos de carta y para compartir, y también bares donde tomar algo. Son de cocina tradicional mediterránea, elaborada con alimentos de primera calidad.
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Dónde dormir
En un entorno privilegiado como el de Miravet, no dejes escapar la oportunidad de alojarte rodeado de naturaleza. Esto es lo que ofrecen las casas rurales o masías situadas en los entornos de Miravet. Hay de diversas capacidades y características según las necesidades: con piscina, con chimenea, más o menos rústicas, que permiten animales…
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Fiestas
Miravet tiene dos Fiestas Mayores y también celebra la Fiesta de San Antonio.
Las Fiestas Mayores de Verano son en Honor a San Domingo, patrón de los alfareros. Tienen lugar en un fin de semana a principios de agosto. Esta fiesta se celebraba inicialmente en el barrio de los alfareros (en el pueblo llamados canteros), pero últimamente el pueblo las adoptó como propias. Se realizan diferentes actos por
toda la población como la presentación de las pubillas y los hereus, los bailes de verbena, la bajada por el río de andróminas, el concurso de beber en porrón, una fiesta en la piscina, partidos de fútbol, etc.
Las Fiestas Mayores de Otoño son en Honor a la Virgen de Gracia, patrona del pueblo. Tienen una duración de 4 a 5 días, durante el puente del Pilar, en octubre. Se organizan actos como procesiones, misas, la ofrenda de flores a la Virgen, bailes de verbena, conciertos de música, concursos (de cartas, futbolín, de pintura, cucanyas), una sardinada popular, parques infantiles, etc.
Por la Fiesta de San Antonio, cada 17 de enero, se organizan las carrozas de San Antonio con la tradicional bendición de animales y carrozas, y se hace entrega de los premios a las tres mejores. Por la tarde hay una butifarrada popular alrededor de una gran hoguera.
Cada año, en febrero, se realiza la Fiesta de la Clotxa en alguno de los pueblos de la comarca dedicada a este plato típico.
Mejor momento para visitar
Miravet conserva su esencia tanto en invierno como en verano la primavera o el otoño. Puedes visitar el pueblo todos los días del año.
Imprescindibles
- Coger el transbordador por el río Ebro
- Visitar el Castillo de Miravet
- Conocer el impacto de la Batalla del Ebro sobre la zona
- Recorrer el Cap de la Vila
- Visitar alguno de los talleres alfareros
- Probar los productos típicos de la zona
Qué ver cerca
En la misma comarca hay otras poblaciones importantes a visitar como Móra d’Ebre, Tivissa, Ascó, Flix y Móra la Nova.
Cómo llegar
La mejor manera de llegar a Miravet es con vehículo privado, ya que no hay forma directa de llegar en transporte público. Se encuentra a aproximadamente 1 h desde Tarragona, por la nacional N-420, 2 h desde Barcelona y 3 h desde Girona, por la autopista A-7 y después también la N-420. Desde Lleida se debe tomar la C-12 y son 1 h y 15 min.
Aunque se puede aparcar dentro del pueblo, la circulación es complicada, y lo mejor es aparcar en el embarcadero y llegar en barca.
