Catedral de la Seu d’Urgell
La Catedral de Santa María es el edificio más emblemático de la Seu d’Urgell. Fue construida en el siglo XII siguiendo una arquitectura de estilo románico catalán.
Forma parte del conjunto Episcopal de Urgell, junto con el Palacio Episcopal, el Museo Diocesano, y la iglesia de Sant Miquel, o de Sant Pere, como lo llaman algunos.
El templo es un edificio enorme formado por tres naves separadas por grandes pilares. Destacan el claustro y una cúpula sobre el crucero.
Tiene cinco puertas de acceso, una torre del reloj, dos torres cuadradas (que debían ser campanarios, pero que están inacabadas) y un campanario sobre la fachada principal de torre cuadrada y estilo italiano.
A diferencia de otras construcciones románicas, la catedral de La Seu presenta un conjunto escultórico bastante rico que se puede contemplar especialmente en la fachada occidental, en las ventanas y en el claustro. Sobre el altar mayor hay una talla románica de madera policromada que data del siglo XIII y que representa a la Virgen de Urgel, la patrona de la ciudad, también conocida como Virgen de Andorra.
Al ser construida con bloques de granito, la catedral tiene un aspecto de fortaleza imponente, una circunstancia que fue muy útil durante el asedio que La Seu d’Urgell sufrió en 1195. En ese momento el edificio sirvió de defensa y refugio para la población.
A lo largo de los siglos, la Catedral de Santa María sufrió diversas reformas que se alejaban del estilo románico. Sin embargo, a principios del siglo XX, el arquitecto Josep Puig i Cadafalch quiso recuperar la majestuosidad del edificio original. El resultado de su reforma es el edificio que conocemos hoy.