Esta pequeña localidad tarraconense pertenece, junto a Siurana, en el término municipal de Cornudella de Montsant.
Situada al noroeste de la comarca del Priorat ya los pies de la Sierra del Montsant, Albarca es un lugar casi deshabitado durante el año, aunque el número de habitantes aumenta en diferentes épocas festivas y durante el verano, ya que se ha convertido en un núcleo de segundas residencias.
Albarca surgió como una finca agrícola en las inmediaciones del castillo de Siurana, cuando los musulmanes habitaban la zona. Tras la conquista cristiana, se transformó en un núcleo urbano con un castillo, del que apenas quedan restos.
Sin embargo, la iglesia sí se conserva. Dedicada a San Vicente Mártir, se trata de una construcción de época románica (s. XII), aunque unos cinco siglos después se reformó siguiendo el estilo renacentista. Del templo original se conserva el ábside y partes del muro exterior. Al estar a 800 metros de altitud, es un enclave que ofrece una magnífica vista panorámica de las montañas que lo rodean.
Albarca es el punto de partida de muchas de las rutas que recorren el paraje de la Sierra del Montsant.
