El municipio de Montclar, en la comarca de El Ripollès, se extiende a la parte alta de La Vall de Ribes y comprende cuatro pueblos: Tosses, Nevà, Fornells y Dòrria. Este último, situado a 1.550 metros, es el núcleo urbano más alto de Cataluña.
El monte aparece, con sus casas escalonadas, al pie de la montaña de Meians, a 1.440 de altitud. Las edificaciones son las típicas de lugares alpinos construidas con piedra y losa. De su arquitectura destacan las arcadas y los porches, que a menudo se utilizaban para guardar los utensilios que usaban agricultores y ganaderos.
Durante mucho tiempo, estos pueblos han sido bastante incomunicados. A pesar de las dificultades, este aislamiento ha hecho posible que algunas iglesias románicas se hayan conservado hasta nuestros días casi intactos, incluso con las pinturas originales. Un ejemplo es la iglesia de Sant Cristòfol de Montclar (s. XI). Allí, además de las pinturas también se puede contemplar la antigua ornamentación de hierro de la puerta, así como un retablo barroco (s. XVII-XVIII).
A unos 1.000 metros por encima del pueblo todavía se pueden ver los restos del castillo, del que se tiene constancia desde el año 839.
Por otra parte, siguiendo varios senderos del término municipal, se pueden llegar a ver hasta un centenar de fortines que pertenecían a la Línea P, una barrera defensiva construida a principios de los años cuarenta para contener la amenaza de la Segunda Guerra Mundial.
Montclar está rodeado de dos espacios de interés natural: la sierra de Montgrony y les Capçaleres del Ter y del Freser. Por lo tanto, existe una gran variedad de paisajes en la zona, desde valles llenos de vida, hasta lugares de alta montaña, con cumbres redondeadas y prados donde pastan los ganados.
Hay que decir que en la actualidad por Montclar pasan dos grandes vías de comunicación: la línea del ferrocarril Transpirenaica, que une Barcelona con Puigcerdà, y la carretera N-260, que permite a sus habitantes llegar a la estación de esquí de La Molina en 10 minutos.