Cada último sábado de agosto, la ciudad de Cervera se transforma en un escenario de fuego, música y brujería con la celebración de L’Aquelarre, una fiesta emblemática de las Tierras de Poniente. Este evento, que conecta el pasado con el presente, ofrece una experiencia única que llena las calles de una energía mágica y misteriosa.

La celebración se extiende durante todo el fin de semana, comenzando el viernes por la noche y finalizando el domingo, con un programa repleto de actividades para todas las edades. Uno de los momentos más esperados es la Cercavila infantil, conocida como el Aquerralet, donde los más pequeños pueden disfrutar de la emoción de la fiesta en un ambiente adaptado para ellos. La plaza de Cal Racó es el epicentro de la mayoría de los actos, acogiendo el tradicional baile de diablos, conciertos en directo y un ambiente festivo que atrae tanto a locales como a visitantes.

Uno de los elementos más destacados de L’Aquelarre es su capacidad de fusionar rituales antiguos con una celebración contemporánea. Todo comienza con la recitación de oraciones en antiguo catalán, recordando los rituales de las brujas que, según la tradición, bendecían las cosechas y protegían al pueblo. La noche se vuelve mágica con una procesión de antorchas que se dirige hacia el bosque sagrado, donde se realizan danzas, cantos en honor a la naturaleza y a los espíritus, y se preparan pociones mágicas con hierbas del entorno. Además, los espectáculos de fuego, los malabares y las representaciones teatrales de cuentos populares aportan una atmósfera única a esta fiesta tan especial.

Cervera se convierte, durante estos días, en un punto de encuentro para todos aquellos que desean vivir una experiencia llena de misticismo y tradición en un entorno donde la magia y la cultura popular se dan la mano.