Ciudades y pueblosCiudades y pueblosDe interés culturalDe interés turísticoGironaLa Garrotxa

Castellfollit de la Roca, un pueblo de altura

Clica per puntuar
(Vots: 0 Mitjana: 0)

Castellfollit de la Roca es un pueblo de la comarca de La Garrotxa, construido sobre un risco basáltico de 50 metros de altura, de un kilómetro de longitud, y con el río Fluvià a sus pies. El risco es fruto de la superposición de dos coladas de lava que han sufrido la acción erosiva de los ríos Fluvià y Toronell durante miles de años.

Castellfollit es el municipio más pequeño de la provincia de Girona y el segundo de menos extensión de Cataluña. La cantera de basalto de la población es la única de este tipo que continúa activa en todo el estado español. De origen medieval, el pueblo y sus murallas fueron destruidas durante los terremotos de 1427 y 1428. Sus calles, estrechas y sinuosas, llevan hasta un extremo del risco, donde está la iglesia y el mirador Josep Pla, desde donde se disfruta de unas vistas espectaculares del paisaje. Este, debido a que se encuentra en una zona volcánica, es muy variado y exuberante.

Poco antes de llegar al pueblo, cerca del río, hay un aparcamiento desde el que se puede contemplar la imponente pared basáltica y las casas, que parecen como si colgaran literalmente del precipicio.

La iglesia de San Salvador, construida en el siglo XIII y de estilo renacentista, ha sufrido algunas remodelaciones a lo largo de los años. El actual templo fue reconstruido después de la Guerra Civil española y aún conserva una ventana románica.
Hoy en día, el edificio no se utiliza como lugar de culto, sino como centro cultural. En el interior se pueden ver exposiciones temporales, normalmente dedicadas a la pintura, y los gigantes y cabezudos de la villa. Vale la pena subir los cuatro pisos que conducen a la torre, el antiguo campanario. Arriba de todo, donde antes estaban las campanas, se puede contemplar todo el valle formado por los ríos y tener una vista impresionante de la altura desde donde se ha construido el pueblo.

En Castellfollit se pueden visitar dos museos. Uno de ellos es el Museo del embutido. Éste cuenta con una exposición permanente basada en la historia de la conservación de la carne. En ella se pueden ver las diferentes herramientas y máquinas que se han utilizado para la elaboración de la carne a lo largo de los años, fotografías antiguas y vídeos que recuerdan cómo era la matanza casera. También se ofrecen degustaciones de los productos típicos de la comarca.

El otro museo es el Museo de Vietnam y, como su nombre indica, está dedicado al conflicto bélico que tuvo lugar durante las décadas de los años sesenta y setenta del siglo XX. El impulsor de este proyecto es Martí De Miquels, un apasionado y un referente mundial sobre este tema, que ha conseguido crear una de las colecciones más completas que existen en el mundo sobre la Guerra de Vietnam, y la única de Europa. En el museo hay expuestos todo tipo de objetos: armas, uniformes, fotografías, carteles del conflicto, material sanitario, documentos personales, incluso un pequeño trozo del fuselaje de un avión norteamericano.

Aparte de los museos, Castellfollit organiza una vez al año una exposición-concurso de figuras de plomo. En ella se pueden ver figuras en miniatura de metal que no superan los ciento veinte milímetros de altura y que son toda una obra de arte.

Castellfollit de la Roca está situado en el Parque Natural de la Zona Volcánica de La Garrotxa, y es una de sus puertas de entrada. El Parque, formado por unos cuarenta conos volcánicos, más de veinte coladas de lava y once municipios, es uno de los mejores modelos de paisaje volcánico que existe en España. Varios itinerarios recorren los bosques y coladas. Uno de ellos llega hasta Castellfollit y forma parte de la antigua vía Annia, un camino que usaban los romanos para transportar los minerales extraídos en las minas de los Pirineos hasta el puerto de Emporion.

El paisaje de esta parte de la comarca de La Garrotxa es suave y sin muchos desniveles, en la que abundan los valles y los bosques. La zona, una de las más boscosas de Cataluña, es bien conocida por sus hayedos, robledales y pinos. Los veintiocho itinerarios lo recorren, la mayoría de ellos señalizados, están conectados a la red de caminos Itinnerària a través de los cuales se puede llegar a cualquier punto de las comarcas de La Garrotxa, El Ripollès o L’Alt Empordà, a pie.

Todo ello invita a realizar toda clase de actividades al aire libre: senderismo, cicloturismo, paseos a caballo, viajes en globos o deportes de aventura. Es por ello que Castellfollit de la Roca y sus alrededores son un lugar ideal para los amantes del turismo natural y deportivo.

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba